
Esta boda en Elche supuso un antes y un después en mi vida de fotógrafo
Irene y Fernando. Una boda en la que no paré de sonreír. Irene con su naturalidad y buen rollo y Fernando con su bondad y cercanía.
A mi hacer fotos en bodas es algo que me encanta cuando la gente me quiere, me respeta, me considera y me dedica palabras bonitas. Este trabajo es impresionante, tenemos la posibilidad de conocer en un período muy breve de tiempo la mejor faceta de las personas, de vivir sonrisas ajenas como si fueran propias y de regalar a sus protagonistas un reportaje repleto de momentos que ni consiguieron ver. Un impacto de nitidez y tangibilidad sobre esa agradable y difusa nube de recuerdos que nos impide, por su magnitud, rememorar todo con claridad.
Muchos proveedores dando lo mejor de sí, desde Veronica Cases (maquillaje) y Sonia Cases (peluquería) al mando de la belleza de Irene hasta las carcajadas múltiples compartiendo mesa con Jesús y Álvaro de NewTekno y Héctor y Luismi de Todo1Show.
Especial mención a Begoña y a Pedro del Hotel Huerto del Cura por toda su ayuda y consideración. Trabajar en un entorno así fue especial, facilitador y mágico.
Boda memorable a mi cajón de findes favoritos. Gracias, gracias y gracias ❤️